jueves, 4 de junio de 2009

INICIO DEL FOTOPERIODISMO EN ESPAÑA


Un muchacho con el uniforme de la Federación Anarquista Ibérica, una de las fotografías clásicas de Gerda Taro en sus reportajes de la Guerra Civil Española.
El
10 de noviembre de 1839 se realizó el primer daguerrotipo en la ciudad de Barcelona[21] y desde ese momento este se hizo popular en el resto de la Península Ibérica.
Entre lo que se podría considerar como el primer documental fotográfico en
España se encuentra el cubrimiento de acontecimientos que llevó a cabo el británico Charles Clifford, que se radicó en Madrid desde 1850.[22] Clifford registró las visitas a diferentes ciudades españolas que la reina Isabel II realizó a partir de 1858 con el ánimo de afianzar la monarquía y de paso el fotógrafo británico dejó un precioso material no sólo de la reina, sino de las ciudades de la época.
Pascual Pérez Rodríguez ilustraba el Diario Mercantil de Valencia con daguerrotipos que utilizaba con negativo de papel, lo que le permitía hacer numerosas reproducciones.[23] De otro extranjero, esta vez el francés Jean Laurent, quien llegó a España como corresponsal de La Crónica de París en 1857, queda un amplio trabajo de registro de la cultura y la arquitectura de la época.
La popularización de la fotografía en España, sobre todo a partir de la década de los 80 del
siglo XIX, permitió que muchas personas se dedicaran a retratar los paisajes urbanos de la época, así como los cuadros de costumbres y tradiciones, entre los cuales destaca el toreo. Sin embargo, el apogeo de la fotografía en España, ampliamente favorecida por el avance tecnológico, se convertiría bien pronto en un entretenimiento de las clases media y alta que tenderían a registrar sólo aquello que estuviera dentro del interés de clase para dejar de lado lo que no interesaba o se consideraba carente de estética, especialmente hacia finales del siglo.[24]
Otros personaje que hacen parte de la historia del fotoperiodismo español es Juan Comba cuyo trabajo más destacados tiene que ver con el incendio de Toledo (1887) y la visita de la reina Victoria de Inglaterra. Pero la prueba de la gran popularidad que la fotografía fue adquiriendo para la prensa en España es la buena lista de publicaciones que ya desde finales del siglo XIX se presentan, pero más que de publicaciones, la abundancia de nombres asociados a la fotografía, muchos de ellos anónimos y espontáneos. Entre las publicaciones más destacadas que dieron un puesto primordial a la fotografía figuran ABC (1903), El Gráfico, La Vanguardia (1881) y El Imparcial. Un ejemplo de la presteza que la sociedad española de principios de siglo tenía ya por el periodismo gráfico lo constituye el atentado contra el rey Alfonso XIII el 31 de mayo de 1906 durante el día de su boda por parte del anarquista Mateo Morral. El fotoperiodista, que por ello quedó en la historia, fue Eugenio Mesonero Romanos quien sentó un precedente de la pronteza del periodismo en los momentos más sorpresivos.
Una de las grandes figuras del fotoperiodismo del
siglo XX tuvo también a España como su principal escenario y en donde dio su vida. Se trata de la periodista alemana Gerda Taro la cual hizo un intenso cubrimiento de la Guerra Civil Española en la cual perdió la vida el 26 de julio de 1937 a tan sólo 27 años de edad, pero con una brillante carrera en esta profesión registrada para la historia en sus fotografías de periodismo de guerra. Pero la Guerra Civil atraería a muchos otros célebres reporteros extranjeros como John Dos Passos, Ernest Hemingway, George Orwell, Antoine de Saint Exupéry, André Malraux, G. L. Steer, Herbert Matthews, Indro Montanelli y otros.[25]

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